Tú, mi refugio.
Eres lugar seguro
donde poso mis pies,
Y aunque tiemblen los cimentos de la tierra
y se estremezcan los cielos,
no seré movida,
Porque eres mi Confianza,
mi Refugio,
tibio;
Señor, el lugar donde quiero estar
es dentro de ti,
Navegar en tu ser y
mirar a través de tus ojos.
Conocer tu corazón, amor,
y dejarme llevar por el latido
que retumba en tu pecho.
¿Dónde te has ido?
Dime dónde sesteas al mediodía...
dónde recuestas tu cabeza,
porque ¿por qué he de andar yo como errante junto a
los rebaños de tus compañeros?
Tu voz, necesito tu voz.
Tu voz como viento impetuoso.
Voz que quebranta los cedros y
que hace temblar el desierto.
Voz que desgaja araucarias y que desnuda los bosques.
Voz que crea, que incuba sobre las aguas.
Que transforma la nada en todo.
En tu templo todo proclama tu gloria... Señor...




