"Yo no te conocía... más ahora mis ojos te ven"

"... y en un momento de desesperación, cuando la angustia se sintió física,
sólo bajé la cabeza y me refugié en el secreto de mis ojos cerrados -que
ahora son parte de nuestro Lugar Secreto- y tan sólo deseé que me hablara.
Ahí, en medio de la oscuridad, imaginé sus brazos al rededor de mi... y ya
no imaginaba más,
Ahora era Él con un rostro diferente... uno de ternura,
uno de comprensión. Y en su mirada había paz... paz inagotable, paz
inexplicable.. y me aferré a su pecho, necesitada de su amor.
Sentí entonces
que Él me comprendía. Ya no eran necesarias las palabras. Él ya lo sabía todo.
Podría quedarme eternamente mirando sus ojos. Ojos del color del infinito".

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

...

He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de Él teman los hombres.

Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.

Eclesiastés 3:11-15